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Es más que nada saber si alguien tiene anécdotas de ser conductor y recibir insinuaciones
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Es más que nada saber si alguien tiene anécdotas de ser conductor y recibir insinuaciones
Una vez entre cesantías hice Uber por ahí por el 2016, 17… Era más tranquilo y era un agrado manejar de noche.
Una vez eso sí lleve a una mina borrachisima que sin querer puso la carrera en efectivo sin llevar efectivo. Al llegar al lugar no tenía como pagar, y yo le dije “filo pongo un ticket y se arregla” (ya que me habían solucionado un par de otras incidencias con problemas con pagos).
Pero no, la weona se levantó la polera, me flasheo las tetas y dijo “ya con esto se paga” y se bajó. Después igual puse el reclamo y me llegó la plata igual y banearon a la señorita esta.
Me pasó algo triste/curioso como pasajero jajaj; me di cuenta que el uber hablaba muy bien y su vocabulario era muy letrado (era chileno pero pasaba piola como español neutro neutro) y le pregunté si era profe, a lo que me dice que es ingeniero en procesos y que le dio una serie de ataques de pánico que derivaron en un ataque al corazon en su antigua pega, y por eso ahora se dedicaba a ser Uber.
Dos meses antes, yo había entrado a su antiguo trabajo y supe más tarde que era su remplazo. Jamás olvidaré sus palabras “buscan maquinas no humanos” pq era 100% true
1998. Estábamos en fiesta de un amigo y yo me iba yendo. Una mina que no conocía (hasta esa fiesta), me preguntó si la podía llevar a su casa porque ella también se iba. Le dije que sí pero en moto. Se le prendieron los ojos y aceptó de una.
Nota: yo en esa época igual tenía mi facha y tenía suceso con las minas pero esta mina estaba definitivamente fuera de mi alcance. Hecha a mano weon, alta, crespa morena de ojos verdes…uf, un lujo.
Nos subimos a la moto y en lugar de la típica manos alrededor de la cintura como pasajera, ella me abrazó apretado, esas gomas fantásticas bien sólidas de ella…ok en fin retomo. Mi moto era una Yamaha TTR250 y yo corría enduro con ella así que tenía un escape especial que sonaba rico y daba más potencia de salida.
Cada vez que aceleraba ella se apretaba más fuerte y me pedía que acelerara. Entendí rápidamente que a vibración del escape y el ronroneo del asiento la empezó a exitar así que empecé a dar acelerones con el embriague apretado (el motor acelerado pero sin moverse).
Ella ya estaba además del abrazo apretado con una mano en mi paquete, con besos en el cuello mientras yo trataba de no sacarnos la cresta en la moto.
Llegamos a su casa, me invitó “a conversar” y terminamos culeando. Nos vimos dos días después y terminamos pololeando por unos meses. De lujo la mina y lejos la más rica que he tenido. Todo cortesía de un viaje en moto una noche después de una fiesta y de no habernos visto nunca antes.
Una vez me llevo un v y cuando llegue a mi casa le puse 1 estrella
Una vez salí de urgencias y tomé un Uber a mi casa ya de noche. Me senté atrás con mi bebé, y mi pareja estaba sentada adelante, pegada al celular. De repente, mis ojos comenzaron a fijarse en los ojos del conductor, y les juro que vi cómo se le cerraban varias veces por segundos. Me preocupé demasiado, ya que estábamos pasando por una zona industrial donde circulan camiones. Muy pocas veces me quejo, pero esta vez saqué la voz y le pregunté si se estaba durmiendo. Mi pareja, que estaba distraída, recién reaccionó y comenzó a prestar atención, y el conductor también reaccionó y empezó a hablar. Durante todo el camino no había dicho nada hasta que hice ese comentario; me tenía el corazón en la mano.
Desde ese momento, trato de fijarme obligatoriamente en los ojos del conductor, y si noto algo raro, le hablo de cualquier cosa para mantenerlo despierto (por supervivencia lo hago). No me gusta hablar cuando estoy en un auto, una micro o cualquier medio de transporte; prefiero mirar por la ventana, pero esta experiencia me marco
Cuando tenía 20 años usaba Uber cada viernes en la noche y siempre me dejaban en una zona con muy poca luz. Fue la época donde “despertó” mi bisexualidad por así decirlo, así que tenía la fantasía de ofrecerle una chupada a algún conductor. Nunca me atreví por una mezcla de timidez y miedo.
Hasta el día de hoy me da curiosidad saber qué me hubieran respondido, si se hubieran enojado, me hubieran rechazado nomás o la hubieran aceptado. ¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?