Muchos pacientes podrían beneficiarse de un tratamiento de medicina alternativa, pero el desconocimiento, la desinformación y los temores han limitado el acceso a soluciones eficaces para diversas problemáticas de salud. Juliana Isabel Sierra Oquendo, médica especialista en terapias alternativas y farmacología vegetal de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, quiere ampliar el conocimiento que existe sobre este tema con sus 10 años de experiencia como médica alternativa en las técnicas de oxigenación celular.

Esta especialista está convencida de que la molécula del oxígeno es subvalorada, debido a que la respiración es una función automática. “El oxígeno es la molécula de la vida y tiene la capacidad de reparar en semanas o en días enfermedades que con otras técnicas se demorarían meses o años”, precisó.

En esta entrevista, Sierra Oquendo responde dudas asociadas al impacto que puede tener el uso del oxígeno como tratamiento en la calidad de vida, los mitos sobre la efectividad de la medicina alternativa y la efectividad de la medicina natural para tratar enfermedades.

Juliana Isabel Sierra Oquendo, médica especialista en medicina alternativa y técnicas de oxigenación celular | Foto: Archivo Particular

¿Todavía persisten los mitos alrededor de la efectividad de las terapias alternativas?

Juliana Sierra Oquendo: Hay un gran desconocimiento y muchos pacientes que se pueden beneficiar de ellas no lo han logrado, porque su médico de cabecera no entiende adecuadamente la propuesta de valor desde esta perspectiva y aún no la consideran ciencia o parte de la medicina. La ventaja que tiene la medicina alternativa es el aporte que hace a los pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas. Como especie humana vivimos muchos más años y en consecuencia hay un mayor deterioro en el cuerpo, y eso no se resuelve suplementando una molécula con componentes químicos como lo hace la medicina tradicional. Lo digo porque existen pacientes polimedicados, incluso con sus parámetros de laboratorio bien, pero con un deterioro en su vida muy grande. Este tipo de circunstancias generan una gran confusión, y son exactamente el tipo de pacientes que más se benefician con este tipo de disciplina.

¿En qué aspectos existe una mayor desinformación?

J.S.O.: Principalmente en la concepción del cuerpo y de enfermedad. Desde lo alternativo entendemos el cuerpo humano como un sistema, y en ese sentido la enfermedad o los síntomas del paciente son una consecuencia de un mal funcionamiento del mismo, no de una falla específica de una molécula. Por lo tanto, el tipo de terapia que se plantea es individual y lo más holística posible, enfocada en recuperar la célula, que es el órgano más pequeño. De esta manera, con cada terapia vamos a tener unos tejidos más desinflamados y por ende un cuerpo más sano.

¿En Colombia entendemos la diferencia entre lo tradicional y lo alternativo?

J.S.O.: Lo que conocemos por “alternativo” es todo aquello que se hace diferente a lo que oficialmente se acepta. Sin embargo, hay que recordar que todo depende del contexto local. En China, Japón o Tailandia la acupuntura hace parte de su sistema de salud; en Alemania o Italia las técnicas de oxigenación celular (oxivenación y ozonterapia) hacen parte del sistema de salud y no excluyen lo que conocemos como medicina tradicional. Adicionalmente, la regulación ha sido un poco laxa porque hasta hace dos años era obligatorio ser especialista en medicina alternativa. Ahora se abre la posibilidad de que una persona practique terapias alternativas sin ser especialista y, de hecho, ni siquiera tiene que ser médico. Hay personas sin formación médica que están atendiendo pacientes y eso genera una solución parcial “en el mejor de los casos”. En mi concepto, el conocimiento médico no es negociable. El hecho de que yo entienda el cuerpo desde la medicina tradicional china no significa que sepa qué hacer cuando llega un paciente en un estado determinado de salud y ser capaz de resolverlo con ese conocimiento. Definitivamente se necesita un título de medicina para ofrecer este tipo de terapias.

Según ese planteamiento, los dos abordajes se complementan…

J.S.O.: No creo que exista una división entre la medicina alternativa y la tradicional, sería mejor llamarlas complementarias. En procesos agudos, quirúrgicos, traumáticos, la medicina clásica tiene unas herramientas maravillosas. Por ejemplo, la vacunación ha sido una de las estrategias más importantes de salud pública en la humanidad. Los antibióticos nos han permitido alargar la expectativa de vida. Hoy tengo la absoluta certeza de que los límites de la una son el inicio del campo de acción de la otra.

El mayor impacto que tiene la medicina alternativa está en la célula, y si soy capaz de recuperar la célula puedo recuperar el resto de funciones, esto es una excelente opción a la hora de tratar enfermedades crónicas, pero es importante aclarar que se necesita un conocimiento real. No cualquiera puede llegar a decir que sabe hacer medicina alternativa con un conocimiento básico o sin ser médico.

¿Desde la ciencia cómo explica la efectividad de estas terapias?

J.S.O.: Nuestras células funcionan por pasos, primero hay un fenómeno eléctrico (sí, lo que garantiza la vida es la energía celular) que activa un fenómeno químico y por último un evento físico. Como estos fenómenos se dan en vivo y en directo, entonces los vamos a llamar fenómenos bio-eléctricos, fenómenos bio-químicos y por último fenómenos bio-físicos, estos últimos son los que podemos ver, ya que es todo lo tangible que podemos hacer (respirar, movernos, pensar, hablar, sentir, comer). Cuando el cuerpo se enfrenta a una condición crónica la célula se inflama y por ende estos fenómenos se dañan. Ahí entran las herramientas alternativas, porque lo que hacen es recuperar la bio-electricidad en la célula para que esta se desinflame y recupere de nuevo sus funciones naturales.

Esta terapia devuelve el oxígeno a las células, revitaliza los tejidos, rejuvenece los órganos y mejora el desempeño general de las funciones orgánicas. | Foto: Archivo particular

¿Es cierto que la medicina alternativa busca el retorno a lo natural?

J.S.O.: Hay que aclarar que decir alternativo no significa que todo sea natural o que sea mejor. El oxígeno se utiliza en ambos tipos de medicina. Yo utilizo la oxivenación y la ozonoterapia, en donde el oxígeno no se inhala, se inyecta. Hay momentos en los que ambas pueden usar las mismas moléculas, pero de forma diferente.

¿En qué consisten las terapias de oxigenación celular?

J.S.O.: El cuerpo humano necesita el oxígeno para vivir ya que tiene la capacidad de transformar el oxígeno que respiramos en energía celular. La combinación entre el oxígeno y los nutrientes que ingerimos se transforma en ATP (Adenosín Trifosfato o Trifosfato de Adenosina), que es como la gasolina de nuestras células. Un cuerpo inflamado realiza esa función de manera lenta, y lo que hacen las técnicas de oxigenación celular es darle una dosis adicional de oxígeno a nuestras células de una forma diferente a la inhalada para restaurar el funcionamiento normal de las mismas tanto a nivel bioeléctrico, bioquímico y biofísico.

¿En qué consiste la oxivenación?

J.S.O.: Consiste en la aplicación intravenosa de oxígeno puro a una presión y velocidad controladas, esta técnica la implementamos tal y como se realiza en Alemania, donde fue creada. Esta terapia devuelve el oxígeno a las células, revitaliza los tejidos, rejuvenece los órganos y mejora el desempeño general de las funciones orgánicas. En pacientes con cáncer significa darles un segundo aire de vida. Lo sé porque a mi mamá le dieron cuatro meses de vida por un cáncer hepático y gracias a la oxivenación vivió cuatro años más.

*Contenido elaborado con apoyo de la Clínica Oxivida

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Por Diario

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