La decisión que tomó Joe Biden durante el fin de semana aflojó la soga que apretaba el cuello de la soja (Revista Chacra )

La oleaginosa se despidió de Chicago el viernes último abrumada por las malas noticias, y se encontró sorpresivamente con un lunes prometedor para los precios. Sobre el final de la semana pasada se supo que China se enfrenta a un exceso de soja a medida que se acerca la temporada alta de exportaciones de Estados Unidos, es decir un escenario fuertemente bajista para el poroto.

Los ingredientes de esta realidad nada amigable incluyen a las importaciones récord de julio, que pueden afectar la demanda de soja de China en el cuarto trimestre. A esto se suma la baja aceptación que tuvieron las subastas de la oleaginosa armadas por Beijing en lo que va de 2024, síntoma de un mercado sin apuro por hacerse de soja. Por último, la menor demanda de carne de cerdo afecta el consumo de harina de soja detrás de la Gran Muralla.

De ahí que más allá de esta encrucijada, el actual excedente de soja amenaza con frenar el apetito de China por las importaciones en el período septiembre-diciembre, la temporada pico de comercialización del poroto estadounidense, ejerciendo más presión sobre los precios, que en Chicago ya están cerca de los mínimos de cuatro años. Fuentes del país del norte dan cuenta de que el problema principal es que la demanda de productos de soja no está aumentando en China acorde a lo que crece la oferta.

Este país tiene el rodeo de cerdos más grande de mundo. Son los clientes finales de la soja que se muele para obtener harina, pero no estarían atravesando su mejor momento. La situación económica en el gigante asiático está lejos de aquellos tiempos en que crecía a tasas paradójicamente chinas, y eso está afectando la demanda de esta carne.

Cede el número de madres en China y la demanda de los productores por derivados de soja se vuelve más flaca (Revista Chacra)

La producción de carne de cerdo de China en el segundo trimestre cayó respecto del año anterior, y la piara se redujo a 415,33 millones de cabezas. Esto se produce siguiendo directivas del gobierno, para tratar de mejorar un negocio que estaba sobreofertado. En este contexto, la información indica que la harina de soja ha perdido casi un 8% en tres semanas en el mercado de futuros chino, mientras que el aceite de soja cedió un 4% la semana pasada. Los procesadores están perdiendo dinero. La demanda es débil y la gente cuida sobremanera sus ingresos.

Un analista estadounidense subraya que las existencias de harina de soja en China al 12 de julio pasado estaban en máximos de 6 años. Por su parte, un bróker brasileño advierte que los inventarios de soja y harina en los puertos chinos volvieron a crecer la semana pasada.

Todo indica que Beijing ha acelerado sus importaciones de soja por miedo a un rebote luego de haber alcanzado precios muy bajos y ante el temor de una posible victoria de Trump en las elecciones de noviembre. El magnate ya ha anunciado tarifas pesadas para los productos chinos si desembarca nuevamente en la Casa Blanca, y la soja es la elegida por los asiáticos para tomar represalias.

Las renovadas tensiones comerciales con China podrían significar una menor demanda de soja estadounidense en el mercado internacional y castigar aún más a los precios en Chicago, en un momento en que las existencias mundiales son considerables.

Por lo demás, un real depreciado ha hecho su trabajo en esto de saturar a China con soja. Se considera que los envíos brasileños pueden seguir ampliando el exceso de oferta de granos en el país más grande del sudeste de Asia. En las dos primeras semanas de julio se despacharon 75 embarques, unos 4.5 millones de toneladas de granos, y llegarían a destino en agosto. Los volúmenes acumulados de soja brasileña no son anormales, lo anormal es la velocidad con que se han acumulado, dejando constancia de que Beijing quiere aprovechar la desvalorización de la moneda de socio del Mercosur.

Trump ha tenido encontronazos permanentes con los chinos durante su gobierno. Y el mercado teme que este escenario se repita

En este contexto, se especula con que las molturadoras chinas tenderán a desacelerar las compras de poroto a partir del cuarto trimestre, debido a los stocks acumulados y a la caída de la demanda vinculada con los cerdos. Así de complicada estaba la soja de cara al último fin de semana, cuando el climático jugó sus cartas y Joe Biden sorprendió a propios y extraños, o quizás solo a estos últimos.

Es que el lunes la misma soja que venía barranca abajo recuperó entre USD 7 y USD 11 cuando los operadores e inversores cuestionaron las posibilidades electorales de Trump, ya que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, recibió un fuerte apoyo político. Estos actores clave dijeron a Reuters que creían que era probable que una presidencia de Harris mantuviera las actuales políticas comerciales entre Estados Unidos y China. “Se está viendo cierto respaldo del mercado a esta idea de que una victoria de Trump no es tan segura como hasta hace una semana”, advierten desde la consultora estadounidense Consus Ag.

Y si hay chances de que no tengamos una guerra comercial el año próximo y uno está muy vendido, lo mejor es cubrir parte de esas posiciones. Mucho más si ahora hay dudas respecto de las condiciones climáticas para iniciar el periodo crítico de la soja norteamericana, que está a la vuelta de la esquina. La semana dirá que tan sólida es esta primavera que acaba de conquistar el poroto.

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Por Diario

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