El Banco Central (BCRA) se vio obligado hoy a profundizar la venta de reservas, un dato que no preocupa cuando, pese a las desmentidas oficiales, se han reinstalado las dudas sobre la sostenibilidad cambiaria. Y eso queda a la vista en la renovada tendencia a la ampliación que muestra la brecha cambiaria, aun cuando el Gobierno habría destinado en las últimas tres ruedas unos US$120 millones mediante intervenciones sobre el dólar contado con liquidación (CCL) para tratar de contenerla.

La entidad que conduce Santiago Bausili debió aportar al mercado hoy US$106 millones (71% más que ayer) para que se den curso a los pedidos de compra, en una rueda en la que el volumen de negocios se dinamizó básicamente por el impulso que tomó la demanda y escaló hasta los US$393,4 millones. Así, trepó un 50% respecto de ayer y llegó a su mayor nivel desde el 28 de junio.

De estas cifras se desprende que de las necesitadas arcas del BCRA salió el 27% de las divisas negociadas en plaza, contra el 23,7% aportado ayer.

Además, la venta del día no sólo es la mayor en el mes en curso, si no la más importante de los últimos 30 días, tomando en cuenta los US$156 millones que había cedido por intervenciones el 19 de junio pasado. Y provoca que cierre la semana con un saldo negativo de US$105 millones, tras tres semanas con resultados positivos, además que reduce el acumulado por compras en julio a US$122 millones.

“De acuerdo con nuestros números, en los últimos días había pagos de ON por US$54 millones entre YPF y Edenor, por lo que parte de las ventas podrían reflejar el acceso de estas compañías al mercado oficial. Por eso nos parece apresurado sacar conclusiones acerca de si la dinámica del MULC se volvió más desfavorable para la acumulación de reservas”, apuntaron desde Portfolio Personal Inversiones (PPI).

A los analistas les genera ahora inquietud que la pérdida de reservas se repita aún cuando las liquidaciones agropecuarias continúan sólidas y siguen explicando cerca de la mitad del volumen que vemos en el oficial. “Con lo cual, queda claro que estamos viendo un mercado de cambios más congestionado, en todos los segmentos, producto de una caída de la oferta de divisas del resto de los sectores exportadores y de una mayor demanda privada”, hicieron notar desde la consultora Outlier.

Más allá de que el propio Gobierno haya aclarado que tiene previsto para el trimestre en curso una pérdida de reservas por intervenciones sobre el mercado por hasta US$3000 millones, los analistas sostienen que esos saldos rojos deberían verificarse de agosto en adelante. Es decir, ponen la lupa en que se están anticipando, algo en lo que estaría incidiendo la caída del tipo de cambio real multilateral, que, según el índice que elabora el BCRA, está a un paso de perforar los 87 puntos.

La renovada venta de reservas es funcional al plan de secado de pesos de la plaza (se retiraron por esta vía otros $99.000 millones), pero, a la vez, retroalimenta las dudas cambiarias y confirma que cualquier plan para salir del cepo quedará supeditado ahora no sólo al congelamiento de la base monetaria, sino a que esto pueda ser acompañado por algún aporte externo.

Tendencialmente en baja del tipo de cambio real multilateral

En este sentido, generan expectativa los movimientos que el BCRA realizó con su tenencia de oro, confirmado hoy oficialmente por el ministro Luis Caputo en una nota concedida a LN+, en procura de obtener una mejor renta por esa tenencia, que explica casi el 20% del total de reservas brutas que ostenta.

“La duda es si realizaron este movimiento en busca de ganar liquidez para tratar de sostener este esquema cambiario o para lograr financiamiento con vista a iniciar un desarme del cepo”, explicó un experimentado operador, que alude a la posibilidad de usar esa tenencia parcial o totalmente como garantía para acceder a un préstamo (swap) bajando su costo. Y resultaría paradójico, en caso de que se quiera involucrar en esa operación al Banco de Basilea, si se considera que en abril, cuando juntaba dólares a dos manos, el BCRA le canceló a esa entidad un crédito de US$3117 millones obtenido por la administración anterior.

El ministro de Economía, Luis Caputo, durante la entrevista en LN+LN+

Lo que quedó claro, por segundo día, es que el BCRA aprovecha los “picos” de demanda por la plaza oficial para acelerar la devaluación del peso, en un intento por al menos no vender “barato”. Eso, que ya había quedado a la vista ayer (cuando dejó al dólar mayorista subir $1,50 en la rueda, algo que usualmente sólo permite luego de la inactividad de un fin de semana), se repitió hoy. “Cerró a $ 924,50/927,50 por unidad para la compra y venta, es decir, $2 arriba del cierre de ayer”, indicó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.

“Esto termina dando una suba semanal de 0,65%”, apuntó Francisco Díaz Mayer, de ABC Cambios, y provoca que ya haya subido 1,7% en lo que va del mes, cuando la pauta es que no supere una actualización del 2% punta a punta. Si se toman los $912 marcado en la clausura de junio, le quedaría ganar apenas $2,80 en las ocho ruedas de mercado que restan para cerrar julio para adecuarse al crawling peg reiteradamente ratificado.

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Por Diario

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