La propuesta de integración del fabricante checo con el grupo español, sin oferta económica, tensa la legislación española a días de que Economía decida si veta la opa de Magyar Vagon.

“Estamos a la espera de nuevos actores”. Lo que el ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, anticipó el pasado 15 de mayo al referirse a una posible contraopa sobre Talgo, tomó forma el lunes con la propuesta de fusión realizada por Skoda, un fabricante de trenes checo, habitual competidor de la española en el mercado europeo de trenes regionales.

Skoda, que cuenta con el apoyo del Gobierno español, pretende ir acompañada por socios españoles en esta operación que busca tumbar la oferta de compra lanzada en marzo por la húngara Ganz Mavag. Con parte de su financiación cubierta por Hungría a través del fondo Corvinus, el consorcio magiar ha ofrecido cinco euros por acción en metálico a los accionistas de Talgo a través de una opa que valora el 100% de la empresa española en 620 millones de euros.

Según las fuentes consultadas, Criteria, el brazo inversor de La Caixa, y el grupo Escribano, accionista de referencia de Indra, podrían subirse a la operación de Skoda, aunque la checa no haya concretado las condiciones de su oferta. Ambos inversores españoles ocuparían un lugar secundaria en este intento de fusión repleto de lagunas.

A diferencia de operaciones similares sobre empresas cotizadas españolas, Skoda no ha presentado una oferta competidora. La compañía del fondo PPF envió el lunes un documento al consejo de administración de Talgo en el que plantea una “combinación de negocios y de integración industrial” sin ofrecer contraprestación económica ni plan industrial.

“Al no contener una oferta económica, Talgo ha solicitado a la empresa checa información detallada de la propuesta y, en concreto, que indique si implica el ofrecimiento a los accionistas de la Sociedad de una contraprestación superior a la ofrecida por GanzMavag en la opa anunciada el pasado 7 de marzo y si ésta se satisfaría en efectivo”, señala Talgo en una nota a la CNMV. Además, le pide que explique “sus actuales capacidades industriales y financieras”.

La falta de concreción de Skoda se produce en un momento clave para los intereses de los accionistas de Talgo que esperan que el Gobierno, a través de la Junta de Inversiones Extranjeras, se pronuncie sobre la oferta húngara. Fuentes próximas al consorcio magiar señalan que el pasado 1 de julio fue la última vez que la Subdirección de Inversiones Extranjeras ( Ministerio de Economía) requirió información adicional al consorcio liderado por el empresario András Tombor, lo que significa que el plazo para pronunciarse se agotaría el próximo 10 de agosto.

En función de las declaraciones realizadas por el Gobierno contra la oferta hungara por sus vínculos con el Gobierno conservador de Viktor Orbán, España vetará la operación o, al menos, dejará que la oferta decaiga aplicando el derecho administrativo negativo. Magyar Vagon se ha reservado el derecho a tomar acciones legales contra el veto a una empresa de la UE que, además de ofrecer una prima del 40% a los accionistas de Talgo, ha presentado a la CNMV un plan industrial que garantiza la españolidad de Talgo e inversiones para doblar la facturación en el plazo de cinco años.

“Si alguien quiere fusionarse o comprar Talgo tiene que presentar una oferta mejor que la nuestra”, recalcó hace unos días Andras Tombor, que se desvincula de cualquier relación política con el partido de Viktor Orbán.

Magyar Vagon recela de la oferta de Skoda, ya que considera que es un grupo en dificultades financieras que, en su opinión, ha buscado comprador desde el fallecimiento en 2021 del inversor Petr Kellner, dueño de la corporación PPF que tiene algo menos del 90% de Skoda.

A consultas de EXPANSIÓN, la compañía checa niega las dificultades financieras . “Toda la industria ferroviaria en Europa ha sufrido el impacto de Covid-19 y la guerra rusa en Ucrania. Como resultado, el sector se enfrenta a costos crecientes debido a presiones inflacionarias más altas, así como a retrasos en las entregas como resultado de algunos de estos problemas de la cadena de suministro. Esta dinámica culminó el año pasado y llevó a un rendimiento financiero y operativo reducido también debido a la provisión de los riesgos que ¦koda reflejó en sus cifras en 2023”, señala un portavoz de Skoda que, sin embargo, no quiso aclarar ninguna duda respecto a la oferta sobre Talgo. La propuesta checa se tradujo ayer en un avance de Talgo en Bolsa del 1,2%, hasta 4 euros por acción.

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Por Diario

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