En el barrio gubernamental de Berlín se escuchó un suspiro de desahogo. Predomina “un cierto alivio porque no ocurrió lo que se temía”, dijo cautelosamente el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit. El canciller Olaf Scholz se había mostrado preocupado ante la perspectiva de que hubiera un gobierno del partido de ultraderecha Agrupación Nacional, (RN), de Marine Le Pen, en París. Eso no ocurrirá.

En la segunda vuelta de las elecciones parlamentaria francesas, el mejor resultado lo obtuvo sorpresivamente la alianza de izquierda “Nuevo Frente Popular” (NFP), seguida por las fuerzas de centro del presidente Emmanuel Macron. Solo en tercer lugar quedó RN, que en la primera vuelta había obtenido la mayor votación.

“A muchos se les cayó un peso del alma, también a mí”, comentó Kevin Kühnert, secretario general del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) en la TV. Ricarda Lang, copresidenta de Los Verdes, tuiteó “Merci France”, con tres corazones, en azul, blanco y rojo.

Mélenchon, un “antialemán”

Sin embargo, la alegría en Berlín no es plena. Lo que más preocupa ahora es la posibilidad de que sea primer ministro Jean-Luc Mélenchon. El fundador del mayor partido de la alianza de izquierda, La Francia Insumisa, ya ha manifestado que le corresponde encabezar el nuevo gobierno.

Michael Roth (SPD), presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag, advirtió en el periódico berlinés Tagesspiegel: “Mélenchon es antialemán hasta la médula. No se diferencia sustancialmente de la Sra. Le Pen en sus diatribas antialemanas y antieuropeas”.

La alianza de izquierda necesitaría de cualquier manera un socio de coalición para formar gobierno, ya que carece de mayoría absoluta.

¿Amenaza otra crisis de endeudamiento?

Por otra parte, en Alemania se teme que Francia deje de lado los esfuerzos por equilibrar el presupuesto fiscal. Al igual que RN, la alianza de izquierda quiere echar atrás la reforma de pensiones realizada por Macron. Eso elevaría considerablemente los gastos fiscales.

El NFP también ha anunciado otra serie de medidas que tomaría si gobierna, las cuales, según sus propias cuentas, costarían en total unos 125.000 euros en los dos primeros años. Pero el déficit fiscal francés ya supera en la actualidad los límites de la Unión Europea al respecto.

Jean-Luc Mélenchon aspira a ser primer ministro de Francia.Imagen: Thomas Padilla/AP Photo/picture alliance

“Francia está financieramente acorralada, tiene una deuda fiscal extremadamente alta”, indicó a DW, antes de las elecciones, Ronja Kempin, de la Fundación Ciencia y Política, de Berlín. Consideró que podría producirse una nueva crisis europea de endeudamiento, como hace 15 años. Y eso supondría también un problema para Alemania.

En lugar de claridad, una “densa niebla”

Desde ya, las previsibles dificultades que habrá para formar gobierno en Francia representan también un problema para Alemania, porque provocan incertidumbre. Tras las elecciones europeas, Macrón convocó comicios anticipados en su país para obtener “claridad”. Pero ha ocurrido lo contrario, según Gael Sliman, del instituto demoscópico francés Odoxa: “Ahora nos encontramos en una densa niebla”.

Las tres grandes fuerzas en la Asamblea Nacional podrían bloquearse mutuamente y llevar al país, extremadamente polarizado, a una crisis. Incluso dentro de la alianza de izquierda hay pugnas y no se ha logrado acuerdo para nominar un postulante para el cargo de primer ministro.

Más allá de lo anterior, es posible que los políticos alemanes piensen ya en las elecciones presidenciales de 2027, en las que Macron no podrá presentarse a la reelección. Marine Le Pen ya ha dicho que su triunfo solo ha sido aplazado por ahora.

Sus posibilidades de ganar entonces la presidencia podrían aumentar si los franceses se ven defraudados por el nuevo gobierno que ahora ha de formarse. Si ella resultara electa entonces, “tendríamos de seguro una Europa muy diferente”, piensa Ronja Kempin. De cualquier forma, sería una pesadilla para el gobierno alemán. Eso es mera especulación, pero lo que es cierto es que la política alemana tendrá que prepararse para un tiempo de mayor inseguridad en lo tocante a la cooperación con París.

(ers/cp)

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Por Diario

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