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A las pocas horas de estrenar su mandato como primer ministro, Keir Starmer no ha hecho esperar a los candidatos que protagonizarán el gabinete de su futuro Gobierno. Uno a uno, los seleccionados han acudido hasta el número 10 de Downing Street para una reunión con el líder laborista, una serie de llamamientos que dejan atrás los catorce años de Ejecutivo conservador.

El primero de ellos ha recaído sobre la líder adjunta del Partido Laborista, Angela Rayner, quien será viceprimera ministra de Gran Bretaña. La “número dos” de Starmer, según ha confirmado la oficina del Gobierno, también fungirá como ministra de Nivelación, Vivienda y Comunidades.

El siguiente ha sido Rachel Reeves como ministra de Economía, convirtiéndola en la primera mujer británica que ocupa un cargo en esta cartera ministerial. La diputada ha roto con uno de los “techos de cristal” de la política inglesa al obtener un puesto que había sido exclusivamente masculino durante los cerca de 800 años en la historia de la Cámara de los Comunes.

Uno de los cargos más relevantes ha sido para David Lammy, quien se ha convertido en Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo. Lammy se ha comprometido a restablecer las relaciones con la Unión Europea y presionar por un alto el fuego en La Franja, algo de gran relevancia después del giro del laborismo durante su campaña electoral de una postura a favor de Israel a otra más pro-Palestina.

Yvette Cooper ha sido seleccionada Secretaria de Estado del Ministerio del Interior del Reino Unido, mientras que Wes Streeting ha sido elegido Secretario de Estado de Salud. Por su parte, Peter Kyle ha sido elegido secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Tecnología.

Además, John Healey ha asumido su puesto como ministro de Defensa, Jonathan Reynolds la Secretaría de Estado de Negocios y Comercio y Louise Haigh el ministerio de Transportes.

En la última ronda de llamamientos, Bridget Phillipson se ha convertido en ministra de Educación, y Atención Social y Liz Kendall ha tomado el ministerio de Trabajo y Pensiones.

Ed Miliband, quien también fue líder del Partido Laborista entre 2010 y 2015, ocupará la cartera de Seguridad Energética y Emisiones Cero, en un momento delicado para Reino Unido después de la incapacidad del anterior Gobierno de Rishi Sunak a la hora de asumir los retos de transición ecológica presentes en el país. Además, la cartera de Justicia y Lord Canciller han ido para Shabana Mahmood.

Por último, otro de los cargos clave ha sido el del diputado Pat McFadden, quien ha recibido el Ministerio del Gabinete y la cancillería del Ducado de Lancaster. McFadden se perfila como un elemento clave en la sombra como coordinador del gabinete, donde deberá engrasar la maquinaria del Gobierno de forma similar a como lo hizo durante la campaña del partido.

Reeves y el reto de recuperar la economía británica

La elección de Rachel Reeves, una economista ortodoxa partidaria del rigor fiscal que trabajó en el Banco de Inglaterra, como ministra de Hacienda era ampliamente esperado. La nueva ministra fue elegida por primera vez en 2010 como miembro del Parlamento, después de haber trabajado seis años como economista en el Banco de Inglaterra tras salir de la Universidad y luego otros cuatro en la firma de banca y seguros HBOS. 

“Es el honor de mi vida”, ha destacado Reeves, de 45 años, en redes sociales, donde se ha marcado como “misión nacional” lograr el crecimiento económico. “Sé la responsabilidad que conlleva y estoy lista para llevar a cabo el cambio que nuestra economía necesita para mejorar la situación de los trabajadores en todas partes del país”, ha señalado. 

Además del aumento del coste de vida, Reeves deberá hacer frente a la frágil situación financiera del país, con una deuda que casi es equivalente a su PIB anual. Por si fuera poco, el alto déficit público que dificultará emprender medidas públicas que subsanen la situación de sectores tan golpeados como la sanidad o la educación.

 Durante sus años como responsable económica de la oposición, Reeves ha defendido la importancia de dotar de estabilidad a la economía del Reino Unido, después de la sucesión de perturbaciones financieras tras el ‘Brexit’, llegando a denominar “securonomics” a su agenda.

Asimismo, Reeves ha destacado la “histórica responsabilidad” de ser la primera mujer en desempeñar el cargo de responsable del Tesoro británico, añadiendo que su elección enseña a todas las niñas y mujeres que no existen límites para sus ambiciones.

La causa común de Lammy

El futuro ministro de Exterior británico ha señalado su deseo de construir vínculos con el Partido Republicano del expresidente estadounidense, Donald Trump, ante una eventual reelección en los próximos comicios de noviembre. David Lammy cuenta con fuertes vínculos entre los principales candidatos demócratas y es un cercano amigo del expresidente Barack Obama, siendo ambos colegas de derecho en Harvard. Asimismo, Lammy se ha llegado a reunir con candidatos republicanos alternativos a Trump, como Mike Pompeo.

En un discurso durante una visita al país en mayo, Lammy indicó que el Partido Laborista  siempre trabajaría con los Estados Unidos “cualquiera que sea el clima y gane quien gane”, así como y buscaría encontrar una “causa común” con sus gobernantes.

Además de la cuestión estadounidense, Lammy deberá tener en cuenta el conflicto palestino-israelí. Durante la campaña electoral, el Partido Laborista señaló que la paz y la seguridad a largo plazo en el Medio Oriente será un foco inmediato. Entre las propuestas que indicó Starmer, este se comprometió a reconocer el Estado palestino como contribución a una nueva renovación de los procesos de paz de acuerdo con la “solución de dos Estados”

Lammy, hijo de inmigrantes guyaneses, representaba una circunscripción del interior de Londres y ha pasado gran parte de su carrera profesional y campaña política luchando por la justicia social y racial.

Streeting y Cooper, recuperar la sanidad y las políticas antiinmigración

Como ministro de Salud, a Wes Streeting, de 41 años, se le ha asignado uno de los problemas más apremiantes del nuevo Gobierno y que más ha dado de qué hablar durante la campaña electoral: descongestionar los millones de pacientes en listas de espera para ser atendidos por el servicio de salud estatal.

Streeting fue elegido al parlamento en 2015 y ha ocupado cargos políticos tanto para salud como la educación. Además de la cuestión de las listas de espera, es probable que deba enfrentar reuniones con los sindicatos sanitarios para renegociar las subidas salariales, así como tratar de aumentar el capital dispuesto para mejorar el maltrecho sistema de salud, tanto a nivel de efectivos como de equipamiento en atención primaria.

En cambio, Yvette Cooper, de 55 años, quien fue elegida en 1997 como parte de la victoria aplastante de Tony Blair y pasó a servir en altos cargos ministeriales, ha prometido que el Partido Laborista dirigirá un Gobierno de derecho y orden, comenzando con más poder policial para combatir el crimen local y los denominados “comportamientos antisociales”.

Asimismo, Cooper ha asegurado que desarrollará un nuevo marco de seguridad para combatir las amenazas estatales, en concreto las relacionadas con el terrorismo. Pero lo que seguramente tendrá más incidencia sea la cuestión de las políticas migratorias. Ya en campaña, Starmer aseguró que el principal objetivo de su nuevo Gobierno será ir contra las denominadas “mafias” que operan en el transporte de personas migrantes a través del canal de la Mancha.

Tras un descenso en el número de llegadas en los últimos meses, es probable que el Gobierno laborista lo use a su favor para demostrar que tiene la situación migratoria bajo control.

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Por Diario

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