Para este jueves, 4 de julio, la AEMET ha lanzado unas previsiones meteorológicas que apuntan a un aumento general de las temperaturas, además de una situación de estabilidad climática generalizada, aunque algunas zonas del norte de España continuarán sufriendo posibles lluvias leves.
El protagonista del día de mañana será el calor, que podría superar los 40ºC en varios puntos de la Península Ibérica. Además, seguirán soplando fuertes vientos, aunque con menos fuerza que hoy miércoles.
El mes de junio ha resultado en una montaña rusa en cuanto a la inestabilidad climática: tan pronto llovía y hacía frío como se daba bochorno con cielos despejados. Sin embargo, desde la noche de San Juan en adelante, se viene dando en España un tiempo mucho más estable y caluroso.
Parece que por fin hace un tiempo más acorde con la estación en la que estamos. A pesar de que el verano ha entrado cuando tocaba, lo ha hecho “de golpe y porrazo”, pillando a más de uno desprevenido con el bochorno que se está empezando a cocinar en la Península Ibérica.
Para quien seguía dudando de si guardar hasta la siguiente temporada o no toda la ropa de abrigo, esta semana no es sino una confirmación. Dejen alguna chaquetilla para por la noche, pero poco más, porque se espera que el verano que está entrando será seco y muy caliente.
Tal y como reza el refrán de hoy sobre este mes: “Julio caliente, quema al más valiente”. Así que, como avisamos siempre, guarden mucho cuidado con los golpes de calor y con los rayos UVA, ya que pueden causar graves problemas de salud futuros, especialmente cáncer de piel.
Cielos despejados… aunque no todos
Para la jornada del jueves 4 de julio se prevé una situación de estabilidad en la práctica totalidad del país con predominio de cielos poco nubosos o despejados. Únicamente en el norte de Galicia y área cantábrica se esperan cielos nubosos con baja probabilidad de lluvias débiles y dispersas.
También se darán intervalos de nubosidad baja en el norte de las islas Canarias, y con tendencia a ir levantando en el resto de Galicia, entorno del alto Ebro, este de Cataluña, Estrecho y litorales de Alborán. Asimismo se prevén algunos intervalos de nubosidad de evolución en montañas de la mitad norte peninsular, pudiendo descargar algún chubasco ocasional en el Pirineo catalán.
La lluvia, que durante el mes de junio parecía un castigo en muchas zonas de España, especialmente para las cosechas, ahora dejará temperaturas más suaves y cielos parcialmente cubiertos en unas provincias afortunadas de no sufrir un bochorno tan fuerte como el resto.
Situación en las islas: Baleares y Canarias
En las Islas Baleares las temperaturas serán algo más suaves que en el resto del país, gracias a que su cercanía al mar contribuye a una regulación térmica que da lugar a máximas y mínimas no tan extremas. De hecho, al contrario de lo que sucederá en casi toda la Península, Baleares tendrá un pequeño de las máximas, que vendrá acompañado de vientos de componente sur no muy pronunciados.
Las Islas Canarias, por su parte, tendrán unas temperaturas aún más bajas, en parte favorecidas por unos intervalos de nubosidad baja en el norte del archipiélago. Los vientos que soplarán en las islas serán los Alisios, que llevan casi una semana ya trayendo una brisa más fresca a las costas.
El calor azota España: las provincias que pasarán los 40
La tendencia general de las máximas será a aumentar. Se prevén superar los 35 grados centígrados en amplias zonas de interior de la mitad sur peninsular. Incluso se podrían rebasar los 40ºC en valles del cuadrante suroeste. Son probables “noches tropicales” en los valles del Guadalquivir, Guadiana y Tajo, así como en litorales del sur del área mediterránea.
El récord del día se lo llevan Badajoz y Sevilla, donde podrían llegar a alcanzarse los 41ºC en algún punto de la jornada. Les siguen muy de cerca Ciudad Real y Jaén con hasta 40ºC.
Únicamente se prevén descensos en las máximas en el este peninsular y de las mínimas en el este de Cataluña y Baleares, en parte gracias a las nubosidades de tipo bajo que cubrirán sus cielos.
La temperatura mínima más baja podría registrarse tanto en Soria como en Vitoria-Gasteiz, con 11ºC. Aunque Burgos, León y Pamplona les seguirán de muy cerca, con nada menos que 12ºC de mínima.
Otros fenómenos: vientos, niebla y calima
Es bastante probable que se den brumas y bancos de niebla matinales en interiores del extremo norte peninsular, sin descartarlos en el Estrecho y litorales de Alborán, donde también es posible la presencia de calima.
Los vientos soplarán Alisios en Canarias, mientras que predominarán los vientos de componente sur en Baleares y de componente norte en la mitad norte peninsular con cierzo y Tramontana.
Soplarán de levante en el Estrecho, Alborán y sureste peninsular, y en general serán variables en el resto. Se prevén flojos en zonas de interiores y más intensos en litorales y Ebro, pudiendo darse intervalos de fuerte en el Estrecho, litorales del oeste de Galicia y Ampurdán.
Cómo actuar ante una ola de calor
Para este verano, las instituciones de salud de España han lanzado varios consejos en diferentes comunicados de cara a prevenir los posibles efectos adversos de las fuertes temperaturas estivales:
- Prestar una atención más exhaustiva a las personas más vulnerables, como pueden ser niños, mayores y enfermos con patologías crónicas. En algunos casos, ciertas condiciones o enfermedades pueden provocar situaciones dañinas para la salud que se agravan con el calor y la deshidratación, como cardiovasculares, respiratorias, neurológicas y metabólicas.
- Relegar la actividad deportiva a horas con menor carga térmica, como las primeras o ultimas del día. Además, cuando se practique, debe usarse ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- También se recomienda permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos.
- Para ayudar a combatir el calor y la deshidratación, se deben hacer comidas ligeras que contengan abundantes frutas y verduras, que ayudan a reponer las sales minerales perdidas por el sudor.
- De lo que no se debería abusar es de bebidas con cafeína, alcohol y aquellas que contengan grandes cantidades de azúcar, ya que este tipo de productos pueden hacer perder más líquido corporal.
En caso de que se de la mínima sospecha de que una persona esté sufriendo algún síntoma por culpa de una ola de calor, se debe avisar inmediatamente a un médico o un profesional de la salud para que intervenga lo antes posible.
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