El ejército israelí ha liberado con vida a cuatro rehenes en una operación a plena luz del día en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, en la que participaron cientos de soldados. Se trata del mayor rescate en ocho meses de guerra, justo cuando el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, está más presionado para poner fin a la guerra para recuperar a los 120 (dos tercios de ellos con vida) secuestrados en el ataque del 7 de octubre que quedan en la Franja. La operación, en dos casas diferentes, ha ido acompañada de intensos bombardeos aéreos que han dejado 55 muertos y saturado el hospital al que iban llegando los cadáveres desde la mañana de este sábado.

Los rescatados son Noa Argamani, de 25 años; Almog Meir Jan, de 21; Andrey Kozlov, de 27; y Shlomi Ziv, de 40. Todos fueron capturados en el festival al aire libre Nova, donde cientos de jóvenes bailaban al alba a pocos kilómetros de Gaza cuando empezaron a volar los primeros cohetes sobre el cielo. Del festival proceden un tercio de los muertos civiles y decenas de rehenes.

La televisión israelí ha difundido un vídeo de Noa Argamani ―una de las rehenes convertidas en símbolo, sobre todo por su historia familiar y las imágenes en las que pide socorro durante su captura― hablando por teléfono con el presidente, Isaac Herzog, poco después de su rescate. “Estoy tan contenta de estar aquí”, le dice. Los liberados han sido transportados en helicópteros militares a un hospital cerca de Tel Aviv, donde han podido abrazarse a sus familiares y pasar un reconocimiento médico. “Todos están sanos y su estado de salud es bueno”, ha confirmado el portavoz militar, Daniel Hagari, en una comparecencia extraordinaria ante la prensa.

Las autoridades sanitarias en Gaza han informado de 80 muertos (55 de ellos en Nuseirat) y decenas de heridos a causa de los bombardeos israelíes durante la jornada. Un miembro de Yamam, una unidad de élite de la policía de fronteras israelí, murió en la operación, que se desarrolló bajo fuego de los milicianos. El ejército y los servicios de inteligencia llevaban semanas preparándola y recibieron luz verde el jueves para efectuarla.

Captura de pantalla del vídeo en el que se ve a Noa Argamani cuando fue tomada como rehén y llevada a Gaza, el 7 de octubre.
Captura de pantalla del vídeo en el que se ve a Noa Argamani cuando fue tomada como rehén y llevada a Gaza, el 7 de octubre.Video obtained by Reuters (via REUTERS)

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“Liberar cuatro detenidos no es un logro. El logro es que la resistencia aún mantenga 120″, ha reaccionado en un comunicado el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida. “Según todos los cálculos de poderío militar, esta guerra debería haber acabado en un mes con una victoria apabullante de los israelíes”. El líder del movimiento islamista, Ismail Haniye, ha dejado claro que la noticia no forzará a Hamás a aceptar un acuerdo que no provea seguridad a los palestinos.

En ocho meses de guerra, Israel apenas ha conseguido liberar a siete israelíes en operaciones militares. Los últimos, en febrero en Rafah, Fernando Simón Marman y Norberto Luis Har, ambos con doble nacionalidad argentina-israelí. La inmensa mayoría (un centenar de los más de 250 tomados el 7 de octubre) ha podido regresar de forma negociada, a cambio de un alto el fuego temporal, la excarcelación de cientos de presos y la entrada de más ayuda humanitaria, en la última semana de noviembre.

Un balón de oxígeno para Netanyahu

La operación da un balón de oxígeno a Netanyahu, en plena negociación de alto el fuego con Hamás. El primer ministro viene defendiendo que ejercer “presión militar” ayuda a traer de vuelta a los rehenes, al ablandar la posición negociadora de los islamistas. Es, además, consciente de que estas operaciones exitosas tocan una fibra particularmente sensible en el país, más allá de divisiones políticas. El presentador del canal 12 de la televisión nacional lloraba de la emoción al dar paso a las imágenes de Yaakov Argamani, padre de la rescatada Noa, celebrando la noticia con los puños en alto y la frase: “¡Qué ejército tenemos!”.

Precisamente, la operación ha llevado al ministro Benny Gantz ―hombre clave en el Gobierno de guerra al proceder de la oposición y ser el favorito en los sondeos― a cancelar el discurso en el que se daba por hecho que anunciaría, a última hora de este sábado, su salida de la coalición de gobierno. También Yair Lapid, el jefe de la oposición que pide a diario la dimisión de Netanyahu y elecciones anticipadas, ha calificado el rescate de “gran luz en la terrible oscuridad”.

El rescate llega además después de semanas echando por tierra la teoría de la importancia de la “presión militar”. Hamás sigue firme en que el precio de todos los rehenes es el fin de la guerra, sin peros, y se venían sucediendo las confirmaciones, como un goteo cada pocos días, de que alguno de los rehenes estaba muerto, o los anuncios de muertes de soldados en combate en Gaza. Hace apenas dos días, los líderes de 17 países, entre ellos EE UU, España, Argentina, Brasil y Colombia, aumentaron la presión a Netanyahu al instar a Israel y a Hamás a cerrar ya el acuerdo que ponga fin por fases a la guerra a cambio de la entrega del resto de rehenes.

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Por Diario

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